12.2.10

Es hora de volver y de escribir.

Al despertar, sentí un grave malestar, eran señales que había llegado. No sé si fue casualidad o no, pero junto con eso, sentí un gran alivio, porque mi personalidad se hacía notar, aunque no sean de la misma índole, volví. 

Es extraño comprender la situación de una persona, cuando tú estás en la posición contraria a la de ella. Más aún si esta es terca y no quiere comprender tu situación, eso pasó.

Desde siempre, el tiempo ha sido mi mejor y único enemigo.  Lucho contra él a diario, cuesta repartilo, y siempre tengo ganas de más, de más tiempo. Lo que si es verdad, es que nada es imposible y si quiero, podré repartir, compartir y distribuir todo el tiempo que esté a mi disposición, si es que así realmente, lo quiero. 

Mis miedos cercanos a lo sentimental se fueron, no estimo conveniente que por apresuramientos los buenos momentos se esfumen, por lo menos yo, no lo quiero así. Si tuviera miedo, lo enfrentaría, lucharía metafóricamente, contra él, y no arrancaría de él. Contiene más adrenalina, y hace bien si hay deseos de crecer. Ese es mi consejo.

No hay comentarios: